Os platicaré de México.

Os hablaré de Mexico DF; una ciudad caótica como pocas, en la que existe muchísima más gente de la que cabe y por supuesto de la que se puede mantener. El tráfico extremadamente saturado, sin leyes y sin normas que no sean las de la jungla, la preferencia la tiene el que primero se mete, esa parece la única norma de tráfico, aunque a la gente de aquí le parece de lo más normal y los frenazos y pitidos no alteran una tranquila conversación que puedas tener con el chofer, Eva y yo le pusimos valor y coraje y ya nos hemos atrevido a manejar la Pequeña Konrad por buena parte de la ciudad.

Por lo visto la corrupción es el pan nuestro de cada día, todos tienen alguna historia que contar sobre asaltos en los semáforos, sobre sobornos a los policías con unos 100 pesos (que viene a ser unos 6€) y conviviendo con una lacra de narcotráfico que pasa absolutamente desapercibida si no tienes nada que ver con ella. No hay duda de que el único culpable de todo esto es del gobierno, de un gobierno corrupto y degenerado que no deja avanzar a un país tan rico en todos los sentidos que podía ser una gran potencia mundial sólo con el fomento del turismo y rascando en su subsuelo un poco de petróleo.

Y aunque cierto es que aquí es todo siempre un poco más, cada movimiento, cada compra, cada paseo, cada papeleo… parece que la cosa va bien, nosotros salimos a comprar, a pasear con la familia de Mexico y visitar extraordinarias cosas, comemos y cenamos la comida más deliciosa que he probado fuera de España, desde cojones de toro hasta saltamontes al ajillo (chapulines), al principio te lo ves hecho, pero cuando ves un inmenso plato plagado de grillos, la cosa cambia… pero al final resulto buenísimo, al igual que la cerveza con chili, salsas de tomate y sal (Michelada Cubana); ya os prepararé una de éstas.

Hoy ha sido un día muy completo, por la mañana nuestro entrañable tío Antonio nos ha llevado a los jardines de Chapultepec, un precioso oasis en medio de DF con un bonito lago donde hemos podido relajarnos un rato paseando, tomando unos zumos naturales y disfrutando de ver a Siria casi pescando peces radioactivos. Después hemos ido a comer toda la familia (al 100%) en la casa o mas bien mansión de la prima Rocío y su marido, y tras una larga sobremesa hemos quedado con Peter y Lore a cenar con la furgo todas esas deliciosas guarradas que he comentado antes, y después nos hemos mezclado con el pueblo mexicano en la plaza Garibaldi en el centro llena de gente haciendo botellón, cientos de mariachis cantando, y haciendo “amigos” mexicanos que sobretodo nos daban la enhorabuena por haber ganado el mundial.

Ferran.


Noche de ronda y mariachi.




... Y para que conozcan a mi familia de Mexico!!